The true origins of the two World Wars have been deleted from all our history books and replaced with mythology. Neither War was started (or desired) by Germany, but both at the instigation of a group of European Zionist Jews with the stated intent of the total destruction of Germany. The documentation is overwhelming and the evidence undeniable. (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11)
That history is being repeated today in a mass grooming of the Western world’s people (especially Americans) in preparation for World War III – which I believe is now imminent.
Manlio Dinucci -- Premio Internacional de Análisis Geostratégico
Manlio Dinucci
Premio Internacional
de Análisis Geostratégico
En 9:18 -- Participa en la Red Voltaire y en Global Research, ha firmado la
Declaración de Florencia, una iniciativa contra la guerra y contra las
intervenciones de los bloques militares. Manlio Dinucci pone su conocimiento
académico y su capacidad de análisis al servicio del pacifismo mundial; en una
época de graves amenazas para la integridad de muchas naciones, es una de las
voces que defienden la cordura y la justicia.
Es un gran honor para mí recibir el Premio Internacional de Periodismo del
prestigioso Club de Periodistas de México.
Incluso si operamos en contextos diferentes, creo que nos enfrentamos a la
misma pregunta fundamental: ¿cuál es el papel de los periodistas hoy en día? La
respuesta es más compleja de lo que parece.
Se ha creado un desarrollo tecnológico sin precedentes, en el espacio de
una generación, un sistema de información y comunicación ampliado a escala
global: las mismas noticias e imágenes llegan simultáneamente a cada país e
ingresan en cada hogar conectado a la red de televisión e Internet.
Sin embargo, la velocidad con la que se produjeron y tienen lugar estas
transformaciones corre el riesgo de perder de vista las características del
fenómeno: la información y la comunicación globales tienen sus «fronteras».
La brecha en las tecnologías de la información y la comunicación (la
llamada digital divide) es muy fuerte.
Los centros de conducción del sistema global de información y comunicación
se concentran en gran medida en los países definidos (según las categorías convencionales)
«más desarrollados». Estas son las empresas matrices de grupos multimedia colosales que pueden
influir en las opiniones y los gustos de las personas a escala global.
El elemento decisivo no es la tecnología, sino el uso que se hace de ella.
Por ejemplo, la capacidad de la televisión para llevar imágenes de un
evento a cada país, mientras que, por un lado, se puede usar para ampliar el
horizonte cognitivo de los espectadores, por otro lado, se puede usar para
reducir la creencia de que solo existe lo que ves y no existe lo que no ves.
La capacidad de Internet para conectar a personas de todo el mundo puede,
por un lado, servir al desarrollo del multiculturalismo, pero por otro lado
puede servir a la hegemonía de un idioma y una cultura en particular sobre
otros. Lo mismo se aplica a las redes sociales, que se extienden a nivel
mundial.
En general, el sistema global de información y comunicación puede servir,
por un lado, para el conocimiento recíproco, ayudando a crear relaciones de
paz, por otro lado, puede utilizarse para preparar a la opinión pública para la
guerra, por ejemplo, a través de campañas de medios internacionales para
demonizar a ciertos países y gobiernos.
El papel de los periodistas es fundamental en este contexto. No deben reducirse
a distribuidores simples de información preempaquetada en los centros de poder
de los medios. Deben ser incansables investigadores de la verdad, deben tener
el coraje de decir lo que otros callan. Una tarea que a menudo es difícil y
arriesgada, hoy más importante que nunca para las grandes elecciónes de las que
depende el futuro de la humanidad.
Esta es la tarea que llevan a cabo, estimados amigos
del Club de Periodistas de México. Por lo tanto, aprecio con honor
especialmente el premio que me han otorgado, un símbolo de un compromiso común
en el mismo frente de lucha.
è un grande onore per me ricevere il Premio Internazionale
di Giornalismo del prestigioso Club di Giornalisti del Messico.
Anche se operiamo in contesti diversi, penso che abbiamo di
fronte la stessa fondamentale questione: qual è oggi il ruolo dei giornalisti? La
risposta è più complessa di quanto sembri.
Uno sviluppo tecnologico senza precedenti ha creato, nello
spazio di una generazione, un sistema di informazione e comunicazione esteso su
scala globale: le stesse notizie e immagini arrivano contemporaneamente in ogni
paese ed entrano in ogni casa collegata alla rete televisiva e a Internet.
La velocità con cui sono avvenute e avvengono tali trasformazioni
rischia però di far perdere di vista le caratteristiche del fenomeno: l’informazione
e comunicazione globale ha in realtà le sue «frontiere».
Il divario nelle tecnologie della informazione e comunicazione
(il cosiddetto digital divide) è molto
forte.
I centri motori del sistema globale di informazione e comunicazione
sono largamente concentrati nei paesi definiti (secondo le categorie convenzionali)
«più sviluppati». Qui si trovano le case madri di colossali gruppi multimediali
che sono in grado di influenzare le opinioni e i gusti della gente su scala planetaria.
L’elemento decisivo non è la tecnologia, ma l’uso che se ne
fa.
Ad esempio, la capacità della televisione di far arrivare in ogni
paese le immagini di un avvenimento, mentre da un lato può essere usata per
allargare l’orizzonte conoscitivo dei telespettatori, dall’altro può essere
usata per restringerlo inducendoli a credere che esista solo ciò che si vede e
non esista ciò che non si vede.
La capacità di Internet
di mettere in contatto persone di tutto il mondo può da un lato servire allo
sviluppo delle multiculturalità, ma dall’altro può servire all’egemonia di una
determinata lingua e cultura sulle altre. Lo stesso vale per i social networks, estesi a livello
planetario.
In generale, il sistema globale di informazione e comunicazione
può servire da un lato alla conoscenza reciproca, contribuendo a creare
relazioni di pace, dall’altro può servire alla preparazione dell’opinione
pubblica alla guerra, ad esempio attraverso campagne mediatiche di
demonizzazione di determinati paesi e governi.
In tale quadro è fondamentale il ruolo dei giornalisti. Essi
non devono essere ridotti a semplici distributori di informazioni preconfezionate
nei centri del potere mediatico. Devono essere i ricercatori instancabili della
verità, devono avere il coraggio di dire ciò che altri tacciono. Un compito
spesso duro e rischioso, oggi più importante che mai per le grandi scelte da
cui dipende il futuro dell’umanità.
E’ il compito che portate avanti voi, stimati amici del Club di Giornalisti del Messico. Apprezzo quindi in
modo particolare il premio che mi avete fatto l’onore di conferirmi, símbolo di
un comune impegno sullo stesso fronte di lotta.
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